jueves, 16 de junio de 2011

Las manos (3)

Hoy no voy a lanzar otra teoría más o menos polémica y sugerente sobre las manos. Voy solamente a señalar cómo las manos han fascinado y obsesionado a los artistas de todos los tiempos.
(Valga esto como pausa y descanso antes de acometer la mano abierta del Corbu, que irá a continuación).
Las manos hacen cosas. Están llenas de articulaciones, pueden adquirir muchas posturas, muchas formas, en una prodigiosa combinación que permite todo tipo de habilidades.
Las manos casi nunca descansan y, cuando lo hacen, ofrecen una imagen preciosa, de animal salvaje descansando, a punto de saltar en cualquier momento. Son preciosas y fascinantes, y también preocupantes. Son capaces de todo. A veces hay que ponerse a salvo de ellas. Manos asesinas y manos salvadoras, según. Manos que te atan la soga al cuello o empuñan un arma, o te sacan del agua cuando te estás ahogando; manos que acarician, que golpean, que bendicen o que hacen gestos obscenos.
Los artistas las han dibujado siempre. Para más desconcierto, se dibuja con las manos. ¿Cómo dibujar mi mano si para ello tengo que usar mi mano? Es como el dibujo de Escher que poníamos el otro día: Una mano dibujando una mano. Los dibujantes diestros dibujan su mano izquierda (sólo pueden dibujar su mano derecha en el acto de dibujar, copiándola mientras dibuja, haciendo de modelo y de ejecutora a la vez). Usan espejos para captar puntos de vista diferentes. El espejo convierte su mano izquierda en derecha.
También las graban en planchas, para luego estamparlas en papel. En este caso, una mano izquierda dibujada con ayuda de un espejo pasa a ser derecha en la plancha, y al estamparse se vuelve a invertir y vuelve a ser izquierda. (Mentira por mentira igual a verdad).
Fijaos en estas manos tan hermosas que pongo a continuación. Pero, sobre todo, fijaos en que están "construidas". Quiero decir que los artistas no plasman la mera imagen plástica, la mera apariencia, sino que parece que disecan las manos, que las desarman para analizar su funcionamiento, sus mecanismos. Las manos, así, no son bellas por su forma, sino por su función. (Otra vez la discusión arquitectónica).

Durero:



Leonardo:




Miguel Ángel:
El Greco:



Chillida:

2 comentarios:

  1. Quiero más sobre manos, me interesa mucho y lo cuentas muy bien. Antonio

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  2. Enhorabuena por la trilogía de las manos. Como dice el anónimo anterior no sólo es interesante el tema sino que lo cuentas magníficamente. Es envidiable esa capacidad que tienes para expresar lo que piensas.

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