domingo, 21 de noviembre de 2010

Una buena base, y ya veremos

Siguiendo con las plataformas de Utzon, os quiero mostrar un dibujo que me encanta:


Es una planta con sombras, una contradicción muy curiosa.
Una planta de cubiertas puede ser la idealización de una vista real, de una vista aérea, y si se dibuja con sombras muestra más realismo aún. Pero una planta intermedia con sombras supone, como planta, un dibujo abstracto, una construcción mental imposible de ver, pero las sombras indican una visualización real.
Es decir: la planta es una abstracción, un esquema de organización (¿podéis ver la planta de vuestra casa? No, pero la podéis entender, y la podéis trazar). Pero las sombras, que manifiestan los relieves, muestran un objeto físico puesto ante la luz, puesto al sol, expuesto a nuestra mirada más que a nuestra inteligencia.
Esto lo hacía también Alvar Aalto, y supongo que Utzon lo tomaría de él. Es un recurso gráfico muy interesante, que muestra cada planta como si fuera una maqueta, puesto que las sombras arrojadas le dan una materialidad que la planta no puede tener nunca.
Ese recurso se puede hacer con cualquier proyecto, pero en éste es especialmente adecuado, porque la plataforma, como excavada en madera, es la primera parte del edificio. La plataforma ya está. Sólo le faltan las nubes encima.

Una vez establecida la plataforma, tenemos ya la base sólida de trabajo, y sobre ella podemos elucubrar, podemos soñar, podemos ponernos el mundo por montera.

1 comentario:

  1. Es cierto que la sombra le da el carácter al plano. Siempre he pensado que los planos "antiguos" (antes de que existiese el ordenador) tienes un encanto diferente, porque al dibujarlos son pensados, e interpretados por el dibujante, y eso tambien se transmite al que los contempla. Un saludo.

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